La eficiencia operativa es una métrica fundamental para la competitividad de todas las empresas productivas. Para mejorarla, los proyectos deben implementarse en función de la creación de flujo, la eliminación de muda (desperdicio) y, sobre todo, en función de un diagnóstico inicial.
Ya que la producción es el lugar donde se añade en forma efectiva el valor a los productos, es recomendable que el primer paso sea implementar mejoras en esta área. Para lograr esto, existen al menos cinco herramientas que permiten simplificar y optimizar los procesos de producción.